Alguna vez, a todos, nos toca cuzarnos con esa gente que se las saaaaaaaaaabe todas. Que la tienen reeeeeeeeee clara. Que cuando te hablan dicen "Esto es así:...." y ahí empiezan con un un soliloquio que durará, fácil una media horita. Eso no sería nada si en algún lugar de su magnánima exposición apareciera la frase "Ojo, es mi opinión", o un "Bah, digo, es lo que yo pienso", o al menos un mísero "Desde mi punto de vista". ¡¡¡Pues no, señores!!!. Estos soretes al viento creen que tienen la posta y te mandan: "Este es el mejor programa de tv"; "Tal libro es el mejor, comprátelo"; "Mujer linda es fulanita"; "El mejor lugar del mundo para viajar es tal o cual"... y así puede haber cientos de imposiciones. Y capaz que nosotros somos de perfil más bajo, menos rebuscaditos, más cercanitos a la madre Tierra, que le dicen.
O bien, la tenemos tan clara, pero tan clara, que preferimos hacerles creer que ellos tienen la posta... porque, en nuestro interior, sabemos que nunca saldrán de piojitos resucitados. Porque es tannnnnnnn linnnnnnnndo verlos como pavos reales, esclavos de su propia cháchara y creyendo que nosostros, sus atentos escuchas, somos boluditos.
Y, ojo, eh?, invierten mucha energía en autoconvencerse de "yo soy perfecto/a".
Total, siempre se encuentra la horma del zapato que corresponde, ¿o no?.
¿Y vos?. Tenés algún ejemplo para contarnos?. Venite, sentate alrededor de la rondita de mate y chusmeemos. Si hay algo bueno que tiene el Tito es que no divulga (...a veces).