CUANDO SALEN LAS GANAS...

A pesar que yo (Culito) soy una terrible defensora de no publicar nada que tenga que ver con mi vida personal en un blog, hoy tengo la NECESIDAD de agracederle con un GRACIAS así de grandote a mi compañero de ruta: el rubio cordobés.

Le debo las gracias por la banca constante a mis locuras. Le debo las gracias por saber que siempre e indefectiblemente está. Le debo las gracias por las horas en vela que se ha pasado a mi lado haciéndome la gamba si me tocaba trasnochar. Le debo las gracias por el “No salgas del laburo que llueve. Yo te paso a buscar.”. Le debo las gracias por el “Dale, negra!. Hacelo!”. Le debo las gracias por sus retos que me bajan a la Tierra. Le debo las gracias por darme ánimos en proyectos locos, porque (como él dice), todo puede ser si le ponés ganas. Le debo las gracias por decirme que soy perfecta para él. Le debo las gracias porque no necesitamos ni jueces ni firmas para avalar una unión ni una elección. Y por sobre todas las cosas, le debo las gracias por repetirme siempre el “sos quién más amo en la vida”, a pesar que no soy ni perfecta, ni cuerda en muchas ocasiones, ni merecedora de mucho.