¡MOVÉ LAS CACHAS CON EL TITO!

No es raro encontrar al Tito escuchando música a todo trapo, a cualquier hora del día.

Tampoco es raro, encontrar a quien le acompañe con el ritmo, al grito pelado de: "Mueva, muevaaa, muevaaaa, muevaaaaaaaaa!". Lo que sí es raro es encontrar al Tito cuando uno realmente lo necesita...

Volviendo al tema,... como acá "no semo'goísta ni ahí" (Tito dixit), compartimos con ustedes la música que el chaboncito escucha y baila, aunque si hay algo para lo que él no nació es pa' bailarín. Pero eso sí, el tipo te dibuja cada firulete que andá a seguirlo!. Hasta él mismo se enrieda en sus propias patas.

¡Empezá a mover vos también tus cachas!. Donde sea: en tu casa, en el supermercado, la oficina, la tintorería, el laverap, la casa de tu suegra, la sala de espera del dentista (tratá de que sea en la sala de espera y no cuando vos estés en consulta...).

Mové los cantos donde se te cante (valga la redundancia). Je! Revoleá el ojete que, entre otras tantas utilidades, para eso también fue creado.

(sé paciente y dejá cargar el player, gorrrr...)

(Tito, no te hagas ahora el hacendoso y hacé una sola cosa a la vez!. Es un quilombo bailar y tomar mate al mismo tiempo, los últimos llegan sin agua y sin yerba. Ah, y otra cosa, largá también la pava: el agua está hirviendo, mamerto a pedal!)